Propiedades de la piedra Esmeralda
Historia de la piedra esmeralda: la etimología de la palabra esmeralda sigue siendo un poco vaga. Para Littré, este término deriva del sánscrito. Otros proponen como origen el término persa «zamarat». Por deformación, estas palabras habrían dado lugar a la palabra latina smaragdus, que significa «corazón de piedra».
La piedra esmeralda estaba muy extendida desde la más remota antigüedad. Hace 5.000 años, los egipcios utilizaban la piedra esmeralda para fabricar joyas para la aristocracia.
Se decía que la piedra esmeralda ejercía una gran fascinación sobre la famosísima soberana egipcia Cleopatra. Además, la reina ofrecía a todos los que la rodeaban gemas esmeraldas con su efigie, en forma de objetos o joyas como colgantes con esmeraldas.
Para los babilonios, dos mil años antes de nuestra época, la piedra esmeralda se utilizaba como moneda.
La piedra esmeralda se conoce desde la noche de los tiempos y autores como Heródoto o Plinio el Viejo habían descrito incluso estatuas de gemas esmeraldas. También se dice que Nerón utilizó esta piedra para corregir su deficiente vista con la ayuda de un extraño dispositivo óptico hecho de piedra esmeralda. Plinio consideraba que el verde de la gema esmeralda era excepcional y lo recomendaba como tratamiento para los ojos.
Incluso se afirma que el Santo Grial que contenía la sangre de Cristo estaba hecho de piedra esmeralda, si nos remitimos a la leyenda del Rey Arturo. Pero este contenedor sólo podía ser visto por una minoría de los valientes caballeros de la Mesa Redonda.
Características de la piedra esmeralda
La piedra esmeralda pertenece al grupo de los silicatos y es una variante del berilo, que se distingue por su color verde. Esta tonalidad se debe a la presencia de cromo, vanadio y hierro en su composición. De hecho, los colores de la esmeralda varían entre el verde-amarillo y el verde-azul.
Aunque se encuentra en más de sesenta yacimientos en todo el mundo, la piedra esmeralda sigue siendo bastante rara. De hecho, su génesis sólo puede producirse en determinadas condiciones geológicas específicas.
Los principales yacimientos se encuentran en Sudáfrica, Australia, Austria, Brasil, Colombia, India, Madagascar, Nigeria, Pakistán, Rusia, Tanzania, Estados Unidos y Zambia.
Virtudes de la piedra esmeralda
Es una piedra que tiene muchos beneficios tanto físicos como morales, espirituales. Puede generar ardor, entusiasmo y fervor en su propietario. También es eficaz para potenciar la memoria, desarrollar la paciencia y valorar la honestidad.
A nivel físico
En este nivel, la piedra esmeralda puede librar de ciertos males, por muy variados que sean. Así, ayuda a reforzar el sistema inmunitario y, por tanto, tiene el poder de combatir enfermedades víricas como la gripe o las anginas.
También ayuda a calmar el sistema digestivo. La piedra esmeralda es eficaz para ayudar a purificar el hígado y el páncreas. Actúa con gran eficacia en los trastornos visuales como las cataratas.
También puede preservar las articulaciones e inmunizar la columna vertebral. Puede actuar sobre los trastornos cardíacos.
De forma global, esta piedra se recomienda para los convalecientes que les ayuda a recuperar su fuerza.
A nivel emocional/espiritual
La piedra esmeralda ayuda a que las relaciones en la familia sean más armoniosas. También ayuda a consolidar las relaciones amistosas o amorosas. Desarrolla el sentimiento de amistad cultivando valores morales basados en la rectitud y la comprensión mutua.
La piedra esmeralda también aporta una gran paz interior y calma el fervor pasional. Tiende a hacer que su titular sea benévolo y tolerante con los demás. Por lo tanto, fomenta el trabajo comunitario.
La piedra esmeralda también puede utilizarse para resolver viejos conflictos. Puede ayudar a las personas con claustrofobia.
Piedra del conocimiento por excelencia, la esmeralda también favorece el aprendizaje y mejora la capacidad de memoria.
Purificación y carga de la piedra esmeralda
Ya sea en forma de colgante, pulsera, piedra rodada o en bruto, la piedra debe ser purificada y recargada para que pueda volver a aportarle sus beneficios.
De hecho, al cabo de un tiempo, la piedra esmerala habrá agotado toda la energía que contenía y necesitará volver a encontrar energías naturales.
Para ello, basta con sumergirla durante varias horas en agua desmineralizada, si es necesario un poco salada.
Entonces debe ser cargada. Es aconsejable exponerla al sol o a la luz natural o guardarla sobre un cristal de roca.
Recuerda siempre purificar y recargar una piedra cuando te la acabas de apropiar para eliminar las vibraciones anteriores.